jueves, 26 de julio de 2007

El hombre de hoy

Navegando encontré este fantástico escrito...

Los que consumen y los que crean



villano-alone.jpg

Me encontraba anoche viendo una película, y me di cuenta que llevaba todo el día sin hacer nada excepcional.

Por ejemplo:
Me levanté de la cama (consumo), la del piso de Barcelona (consumo), me duche (consumo), me vestí (consumo), desayuné unos cereales (consumo) mientras veía las noticias(consumo). Luego salí al balcón y observé un rato el parque de maternidad (consumo) para relajarme un poco. Después bajé al supermercado a hacer la compra de la semana (consumo). Al llegar puse una lavadora con detergente y suavizante (consumo), etc.
Por la tarde fui al cine (consumo), y fui en metro (consumo), tuve que comprar un ticket, y lo hice en una máquina expendedora (consumo)…

Está claro que todo lo que hacemos consiste en consumir, incluso cuando nos relajamos viendo el parque de enfrente. Debemos ser conscientes que ese lugar no fue siempre así, ha sido concebido por el técnico de urbanismo del ayuntamiento, y construido por los jardineros y paletas municipales. Y no solo ellos: han intervenido transportistas que han llevado el material, hay piezas de mármol o piedra que han salido de una cantera, piezas que se tallan con máquinas que una empresa construye, y que un ingeniero concibe, basado en una teoría desarrollada por científicos en laboratorios de universidades de aquí y de allá…

Existen dos realidades: los creadores, y los que se limitan ha hacer uso de todo, ya sea un parque, una tarjeta de crédito (como herramienta de pago), un banco de madera, una almohada, un pantalón de pinzas, un reloj, una taza de café con asas, un coche, etc.

Si analizamos con detalle la vida de la mayoría de nosotros nos daremos cuenta de que no creamos nada, absolutamente nada. Andamos por la vida haciendo uso de lo que otros hombres han puesto para nosotros en el mercado, haciendo lo que otros hombres nos muestran, diciendo lo que otros hombres dicen, vistiendo lo que otros hombres nos inducen a vestir a través de la publicidad u otros medios, etc.

Y el consumismo se extiende no solo por lo material, también consumimos actitudes, vocabulario, pensamientos. Somos unos imitadores natos no conscientes que una cosa es adaptarse al medio, y otra sucumbir a él.

Este post es del estilo del Show de Truman de hace unas semanas, lo sé, aunque lo que aquí digo tiene que ver con otra cosa. Se trata de denunciar que ya no creamos. En mi pueblo, por ejemplo, hay muchas personas mayores que aún cultivan un huerto, y que parte de lo que comen lo han criado ellos. Es decir, no fueron al supermercado a por tomates nunca, los hicieron ellos, los cultivaron, los crearon.

Es evidente que todo el mundo se crea una vida, y que quien más quien menos hace algo nuevo en el trabajo o donde sea. Voy más allá de lo básico.
Lo que hago es, sin lugar a dudas, una gran crítica al hombre actual, a la sociedad y su funcionamiento, y sobretodo a mi, por darme cuenta de estas cosas y no darles la vuelta de inmediato, por no haberlo hecho ya, y por seguir siendo un consumidor más.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No culpes a nadie, nunca te quejes de nada ni de nadie, porque fundamentalmente tú has hecho tu vida.

Acepta la responsabilidad de edificarte a tí mismo, y el valor de acusarte en el fracaso para volver a empezar otra vez, corrigiéndote.

Nuca te quejes del ambiente ó de quienes te rodean, hay quienes en tu mismo ambiente supieron vencer. Las circunstancias son buenas ó malas según la voluntad ó la fortaleza de tu corazón.

Aprende a convertir toda situación difícil en una arma para luchar.

No te quejes de tu pobreza, de tu soledad ó de tu suerte, enfréntate con valor y acepta que de una u otra manera son el resultado de tus actos, y la prueba que has de ganar.

No te amargues de tu propio fracaso, ni se lo cargues a otro, acéptate ahora ó seguiras justificándote como un niño.

Recuerda que cualquier momento es bueno para comenzar, y que ninguno es tan terrible para claudicar.

Deja ya de engañarte, eres la causa de ti mismo, de tu necesidad, de tu dolor, de tu fracaso.

Si tu has sido el ignorante, el irresponsable, tú, únicamente tú, nadie pudo haber sido tú.

No olvides nunca, que la causa de tu presencia es tu pasado, como la causa de tu futuro es tu presente.

Aprende de los fuertes, de los valientes, de los audaces, imita a los enérgicos, a los vencedores, a quienes no aceptan situaciones, a quienes vencieron a pesar de todo.

Piensa menos en tus problemas y más en tu trabajo, y tus problemas sin alimento morirán.

Aprende a nacer desde el dolor y a ser más grande, que es el más grande de los obstáculos.

Mírate en el espejo de ti mismo.

Comienza a ser sincero contigo mismo, reconociéndote por tu valor, por tu voluntad y por tu debilidad para justificarte.

Recuerda que dentro de ti hay una fuerza que todo puede hacerlo; reconociéndote a tí mismo más libre y más fuerte, dejarás de ser un títere de las circunstancias, porque tú mismo eres tu destino.

Levántate y mira por las mañanas, y respira la luz del amanecer.

Tú eres la parte de la fuerza de la vida.

Ahora despierta, camina, lucha.

Decídete de una vez y triunfarás en la vida.


¡NUNCA PIENSES EN LA SUERTE, PORQUE LA SUERTE ES EL PRETEXTO DE LOS FRACASADOS!