martes, 10 de abril de 2007

Felicidad

Ser feliz... Tema tratado por tantos, tan variados y tan importantes autores.


Muchos de ellos del campo de la filosofía, ¿como no?

Algunos personajes de este cuento intentar abordar la felicidad, desde el conocimiento de la verdad a través del Razonamiento. Tarde o temprano descubren que el razonamiento es imperfecto y que la Razón deja insatisfecha a la propia razón. Ya que para que la razón se aplique correctamente es necesario al menos un axioma que muchas veces no encontramos.

Otras corrientes, como las de Pascal, un paisano mio, proponen cubrir esta insatisfacción con el conocimiento que aporta el corazón y la fe.

La Teoría
de la información y el concepto de entropía nos cuenta que si no podemos acotar la certeza de algo por encima del 50% de error la cantidad de información que se nos aporta es 0. Nunca sabremos si lo que aprendemos es cierto o falso por lo tanto no sabremos nada aunque nos empeñemos en creer que si.

Viendo nuestra sociedad y la cantidad de información que circula por ella, lo que un individuo sabe comparado con la información que existe es 0. No podemos defender la certeza de nada. Ciencias como física quántica intentan abordar este camino.

Nuestro mundo no existe, ni nada en lo que podamos creer. Estamos trabajando siempre con modelos abstractos, fantasías que no tienen nada que envidiar a los mejores libros.

Si, cierto. Vivimos en un micromundo que nunca conseguimos compartir completamente por el simple hecho de que este mundo no es real, es un modelo menta, fantasías instauradas en nuestras mentes, en nuestros corazones o dios sabe donde.

Observaremos que la gente más feliz es aquella que vive en una fantasía más bonita.
Nosotros somos dueños de nuestras fantasías y nuestras pesadillas.

Siempre he pensado que la locura se construye con hilos de cordura, que es imaginaria la frontera entre la cordura y la locura. Realmente todos la traspasamos muchas veces pero mientras no se manifieste como un obstáculo social se nos considerara cuerdos. Irónico pensar que muchos locos designan quienes son los enfermos por ir a contra corriente.

¿La felicidad podría alcanzarse controlando el modelo mental que nos creamos del mundo?
Aquí es cuando al lector o al escritor, en este caso yo, se nos va la pinza y empezamos a imaginar escenas de obras maestras como Matrix, Amelie, Efecto mariposa , el club de la lucha y otras tantas
Supongo que como dijo pascal, filosofar es reírse de la filosofía.

Aunque izo mas por mi felicidad la frase: la risa es el orgasmo de la felicidad o era de la sonrisa? Quien sabe.

Aún, pegado a mi piel

puedo aspirar tu aroma:
mis labios duelen,
relamen tu dulce almíbar;
sobre mi vientre
aún duermen tus besos,
aún tu deseo eriza mis vellos
y provocan mi carne.
Mis manos arden de tanta caricia,
pero...
-lo harían de nuevo-
se remontarían sobre tu capullo
para detonar el punto exacto
donde escondes tu locura.


No hay comentarios: